Érase una vez: Cómo una Discapacidad Invisible Puede Impactar tu Carrera
Permíteme llevarte atrás en el tiempo a un momento de mi vida cuando tenía un trabajo de alto nivel en una revista nacional. Estaba a punto de ascender a editor en jefe y me invitaron a una reunión de almuerzo con el vicepresidente de la empresa. Mientras nos apresurábamos hacia el restaurante, me costaba mantener el ritmo de su paso acelerado. Padecía de artritis reumatoide (RA), una discapacidad invisible que causa un dolor debilitante en los pies. Dudé, pero finalmente le pedí que bajara la velocidad. Parecía molesto, y en ese momento, me sentí juzgado y débil.
Desafortunadamente, no obtuve el trabajo. Nunca sabré con certeza si mi discapacidad invisible influyó en la decisión, pero no estoy solo en sentir que mi condición ha afectado negativamente mi carrera. Las discapacidades invisibles como la fibromialgia, el TDAH, el lupus, el trastorno de estrés postraumático, el TOC, el VIH, la depresión y otras pueden plantear desafíos únicos en cuanto a la revelación en el trabajo.
Las discapacidades invisibles son más comunes de lo que podrías pensar, y sin embargo, muchos empleados no están seguros de si deben o cuándo deben revelar su condición. El miedo a ser estigmatizado, aislado o incluso despedido suele ser un obstáculo. En este artículo, exploraremos los pasos cruciales que debes considerar cuando se trata de revelar una discapacidad invisible en el trabajo, empoderándote para tomar la mejor decisión para tu carrera y bienestar.
Paso 1: Evalúa tu Deseo de Revelar
La Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) te permite elegir si deseas o no revelar tu discapacidad en cualquier momento durante tu empleo. La mayoría de las personas optan por no revelar durante el proceso inicial de solicitud. Sin embargo, algunas personas eligen revelar su discapacidad desde el principio para evaluar la aceptación y el apoyo de la empresa.
Reflexiona sobre tus razones para considerar la revelación. ¿Quieres ser sincero acerca de tu condición para garantizar un entorno de trabajo solidario? ¿O tienes un fuerte sentido de orgullo por tu discapacidad y deseas abrazar tu identidad?
Aunque la decisión de revelar es profundamente personal, es esencial pensar en las posibles consecuencias y en tus propios valores de privacidad antes de tomar una decisión.
Paso 2: Conoce tus Derechos Legales
La ADA brinda protección a las personas con discapacidades, incluidas aquellas con enfermedades invisibles. La definición de “discapacidad” es amplia e incluye limitaciones sustanciales en actividades principales de la vida, como el trabajo.
Para determinar si estás cubierto por la ADA, pregúntate:
- ¿Tienes una discapacidad?
- ¿Afecta a una actividad principal de la vida (como el trabajo)?
- ¿Limita sustancialmente esa actividad principal de la vida?
No puedes ser despedido únicamente por una discapacidad invisible protegida por la ADA. Sin embargo, aún debes ser capaz de realizar las funciones esenciales de tu trabajo. Si necesitas adaptaciones para tener éxito, tienes derecho a solicitar “adaptaciones razonables” (ver Paso 5) para ayudarte a desempeñar tu trabajo de manera efectiva.
Paso 3: Decide a quién Revelar
Por ley, tienes permitido revelar tu discapacidad solo a Recursos Humanos si así lo prefieres. Sin embargo, también puedes elegir informar a tu supervisor o jefe, según tu nivel de comodidad y las circunstancias específicas de tu situación.
Revelar tu discapacidad a tus colegas puede crear un entorno de apoyo, pero también podría generar chismes o resentimiento si sienten que recibes un trato especial o si tienen que asumir tus responsabilidades. Algunas personas optan por revelar su discapacidad solo a un grupo selecto de compañeros de confianza para equilibrar privacidad y comodidad.
Si decides revelar, encuentra aliados en el lugar de trabajo: personas en las que puedas confiar y con quienes puedas compartir tus sentimientos, creando una red de apoyo.
Paso 4: Redacta un Correo Electrónico
Considera enviar un correo electrónico oficial para documentar tu revelación. Hay recursos disponibles, como la Red de Acomodación en el Empleo (JAN), que ofrecen cartas de muestra para diversas discapacidades, lo que te ayudará a estructurar tu correo electrónico de manera efectiva.
Tu correo electrónico debe:
- Identificarte como una persona con discapacidad
- Mencionar que estás solicitando adaptaciones bajo la ADA
- Explicar las tareas específicas del trabajo afectadas por tu discapacidad
- Proponer ideas para adaptaciones
- Solicitar la opinión de tu empleador sobre las opciones de adaptación
- Incluir documentación médica relevante si es necesario
- Pedir una respuesta oportuna
Recuerda que ser abierto y proactivo acerca de tus necesidades puede empoderarte en el lugar de trabajo.
Paso 5: Solicita “Adaptaciones Razonables”
Si decides buscar adaptaciones, es posible que tu empleador solicite documentación médica razonable que confirme tu discapacidad bajo la ADA y la necesidad de adaptaciones.
Las adaptaciones pueden variar ampliamente según tu condición, pero pueden incluir un escritorio de pie, una silla ergonómica, modificaciones de horario, días de trabajo desde casa, entre otros. Propón las adaptaciones que prefieras en el correo electrónico que redactaste (Paso 4) para iniciar la conversación.
Los empleadores deben considerar adaptaciones razonables, pero ten en cuenta que lo que se considera razonable puede variar según las leyes estatales, el tamaño de la empresa y otros factores. En algunos casos, se puede ofrecer una reubicación lateral o una reasignación si tu puesto actual ya no es factible.
Conclusión
Revelar una discapacidad invisible en el trabajo es una decisión compleja. Equilibrar tu privacidad con tu deseo de apoyo y comprensión es crucial. Recuerda que tienes derecho a tomar la mejor decisión para tu bienestar y carrera.
Ser consciente de tus derechos legales bajo la ADA y buscar las adaptaciones adecuadas puede ayudarte a prosperar en el lugar de trabajo. Si tienes dudas acerca de la revelación, busca aliados que puedan apoyarte en este proceso.
Necesitamos fomentar una cultura de aceptación y comprensión para aquellos con discapacidades invisibles. Aceptar la diversidad, incluidas las personas con diversas condiciones de salud, enriquece nuestros lugares de trabajo y comunidades.
Recuerda que no estás solo y que reconocer y abrazar tu discapacidad invisible es una muestra de fortaleza.